viernes, 11 de abril de 2008

SOY UN TITÁN

Me ocurre como a la mayoría de la gente. Siento una terrible indignación ante las injusticias, globales, mundiales, y por supuesto cotidianas. Y al mismo tiempo, como todos, siento una indignación aún más lacerante ante mi propia indolencia, la incapacidad, la parálisis para hacer frente a esa injusticia. Esa doble indignación, contra el verdugo-opresor y contra mi propia persona, extensible al resto de personas a las que odio por su/mi apatía, conforma mi miedo. Una patología incomprensible por alguien que no está amenazado y que deja un regusto a vómito en la boca. La cobardía es una endemia por eso es contagiosa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tots tenim aquesta malaltia.
Molt ben escrit per cert.

Robertinhos dijo...

t'he apuntat al meeting blogger...t'ha tocat el 13! ;p